Corporaciones y Pyme compiten por los mejores talentos: ¿cuál elegir?

 In Prensa

¿Se puede comparar el mercado laboral con el mundo del fútbol? ¿Cualquier jugador puede brillar en cualquier club? ¿A todos nos gustaría jugar en el Barcelona junto a Messi? ¿Existe el «Barcelona» de las empresas? 

Estas son algunas preguntas que pueden hacerse los jóvenes profesionales a la hora de buscar un trabajo, y las empresas al momento de elegir sus colaboradores. 

En principio, no todos (profesionales, jugadores, personas) «encajan» en cualquier lado. 

Si bien algunos preferirán estar en el mejor equipo del mundo, a la hora de pensar un trabajo está demostrado que es muy importante entender los estilos, las formas, personalidades y culturas, entre otros aspectos, de las partes que van a juntarse. 

Y acá no queremos hacer una valoración, sino simplemente remarcar que es clave que personas y empresas compartan una visión para poder crecer juntos. 

Movilizados por las ofertas económicas, el crecimiento y la gloria deportiva, todos los futbolistas profesionales sueñan con jugar en grandes equipos, pero sólo algunos lo consiguen

También es cierto que muchos jugadores que elijen un club más chico terminan haciendo mejores carreras que aquellos que se imaginaban jugando en el mejor club de la liga inglesa o española. 

Trasladado este ejemplo al mundo laboral, podríamos decir que las grandes corporaciones y las Pyme son dos caras de la misma moneda. 

En esta disyuntiva conviven quienes encuentran comodidad en la vida corporativa y aquellos afines a la pequeña empresa. ¿Cuál es la mejor opción a la hora de elegir? Todo depende del cristal con que se mire. 

Ventajas de las Pyme

  • Permite al empleado desarrollar una relación cercana con los directivos, mediante un diálogo directo y fluido. Esto favorece la resolución ágil de las tareas cotidianas, el aporte de nuevas ideas y la participación del empleado en decisiones estratégicas de la empresa.
  • Movilidad horizontal, con la posibilidad de trabajar en diferentes áreas. Las jerarquías y los procesos son dinámicos y no están delimitados de un modo estricto. Este es un aspecto valorado por la Generación Y, los jóvenes profesionales que buscan el cambio permanente.
  • Mayor equilibrio entre vida profesional y personal. A diferencia de muchas multinacionales, las pequeñas empresas permiten una negociación más flexible de horarios y otros beneficios.
  • Contacto directo con el cliente: el empleado tiene una relación personalizada y el cliente es una fuente diaria y directa de aprendizaje.

Beneficios de la corporación

  • Estabilidad económica y prestigio profesional/personal.
  • Mayores recursos: las grandes multinacionales cuentan con importantes presupuestos para recursos materiales, nuevas tecnologías, etc.
  • Acceso a capacitaciones, bonos, seguros de salud y beneficios de diferente tipo.
  • Planes de carrera y especializaciones: la gran empresa ofrece al empleado movilidad vertical y un horizonte de crecimiento a largo plazo.
  • Viajar y seguir la carrera en el exterior. El contacto con otras filiales es también un aspecto muy valorado por la Generación Y, ávida por conocer otras culturas y nuevas formas de trabajo.
  • Posibilidad de trabajar en un futuro en otras corporaciones, gracias a la experiencia adquirida en una gran empresa.

 

La elección de uno de estos modelos dependerá, en buena medida, del perfil y las necesidades de cada profesional. 

Cualquiera de las dos variables puede ser igualmente exitosa, en la medida que se adapte a las expectativas del empleado. 

Es fundamental entonces entender quién «encaja» en una empresa grande o en una Pyme, para que pueda desarrollar todo su potencial, no se frustre, y pueda crear valor y desarrollarse profesionalmente. 

No se trata de un mejor y único lugar, sino de lo más conveniente para cada particularidad.

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