Presentación en tiempos digitales

 In Prensa

Ya no sólo se trata del currículum vitae: definir una presencia digital adecuada genera mejores conexiones profesionales y es una vidriera para nuevos proyectos

 

Era 1999 cuando mi mamá me regaló el número aniversario de la revista Becas y Empleos que traía una guía con Las mejores 100 agencias y medios donde trabajar. Novata y entusiasta compré 60 sobres A5, imprimí 60 currículums y tipié en una máquina de escribir del que fuera mi primer trabajo (a los 18 años, como asistente en un estudio contable), las direcciones de 60 lugares. Con todo listo me fui al correo y los envié.

El mercado de búsqueda de empleo y cómo presentamos nuestro perfil laboral se han visto completamente modificados por la tecnología en estos 15 años. Primero fueron las bolsas de empleo online que tuvieron una adopción inmediata y masiva en la Argentina y luego llegaron las redes sociales para protagonizarlo todo.

Ante este escenario cabe la pregunta ¿Es aún importante el Currículum Vitae para conseguir trabajo? «Sí, cuando un candidato responde una búsqueda y se postula, funciona como anzuelopara que el selector se interese. Pero nada más. Luego son importantes otros canales, como el perfil de LinkedIn, información de Google y el perfil en todas sus redes sociales. En los casos en los que el selector sale a cazar candidatos interesantes importa mucho más ese perfil público que el candidato muestre», explica Diego Kirschenbaum, director de Capital Humano, una consultora de selección y headhunting.

Según el especialista hay que aprovechar las posibilidades de este medio y modificar y actualizar online cada vez que sea necesario y no desatender la tendencia que exigen presentaciones con foco en lo visual, dinámico y ágil.

Más allá del CV, la web habla por nosotros. Si queda alguien que aún no lo haya hecho, una buena idea es auto googlearse. Tan simple como poderoso es lo que el buscador dice en las primeros 10 resultados sobre nosotros. Conocer esa información nos permite tomar decisiones sobre lo que allí aparece y, si es necesario, intentar modificarlo. Se pueden implementar algunas estrategias de SEO Positioning (optimizar los resultados que arrojan los buscadores) que son lícitas. De hecho, ya existen empresas que se dedican a limpiar identidades virtuales creando información de valor positivo en la web. También sirve tener una página personal en la que el dominio (el nombre) sea nuestro nombre de pila y nuestro apellido.

Un estudio publicado en el Journal of Applied Social Psychology sostiene que el perfil de Facebook de una persona revela más sobre qué tipo de empleado puede llegar a ser que un test de Coeficiente Intelectual IQ. «Se aprende mucho de las personas al analizar qué cosas consideran que vale la pena ser compartidas», completa Kirschenbaum. Nos guste o no, colegas, clientes o posibles empleadores están mirando cuáles son nuestros intereses, cómo nos comunicamos con las personas y ante qué sucesos reaccionamos, o no, en nuestros alter egos digitales. Tuitear, postear, likear. también construyen nuestra reputación online.

Ah, y por si alguno se quedó con la duda, mi envío masivo de CVs terminó bien. Luego de varias entrevistas ingresé al que fue mi primer trabajo en el mundo de la comunicación. Inauguré entonces mi perfil profesional online con computadora propia y hasta con cuenta de mail

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